Desayuno. Día completo disfrutando del ambiente y del mercado de esta exótica ciudad. He aquí algunas de las visitas imperdibles:
Mezquita La Koutoubia: Una de las mezquitas más amplias del Occidente musulmán, y quizá la más bonita en su unidad armoniosa. Cada día que pasa marca con elocuencia la etapa Almohade del arte hispanomoruno que permite compaginar una aparente sencillez con una maravillosa habilidad y lujo discreto.
La Menara: Está situado en Gueliz, la ciudad nueva, cubre cien hectáreas en cuyo centro se encuentra un inmenso estanque del siglo XII. Contiene una serie de edificios entre los que se encuentra un hermoso pabellón, posiblemente utilizado para los encuentros amorosos de los sultanes, con una balaustrada cubierta con un tejado de forma piramidal.
El Palacio Bahía: Ejemplo de una lujosa residencia principesca del siglo pasado, el Palacio Bahía está formado por una sucesión de apartamentos y patios. El inmenso tribunal de honor pavimentado de mármol sirvió de decorado a varias películas.
Los Zocos de Marrakech: En el zoco Qassabine los puestos desbordan de especias (pimientos, azafrán, verbena, azahar, jazmín), de frutos secos y de cestería, a unos pasos, el zoco Semarine propone tejidos y ropa multicolor. Tal vez prefieran la agitación del Zoco Rabia con sus alfombras que se venden en subasta pública o el ruido de los martillos de los artesanos forjadores del Zoco Fagarine.
Visitando las inmensas curtidurías coloradas del zoco, harán una incursión en el pasado. Aquí, el tiempo parece pararse. Según procedimientos ancestrales, los mismos gestos y los mismos pigmentos naturales son utilizados para trabajar las pieles: Azafrán para el amarillo, añil para el azul, amapola para el rojo. El aroma de las especias, la visión coloreada de madejas de lana, el tintineo del acero sobre el yunque del herrero, el suave tacto de las telas de seda, el sabor del té con menta…vivan Marrakech a plenos sentidos.
La plaza Djama El Fna. Esta amplia plaza cuyo nombre significaría « reunión de los
difuntos » era antiguamente la plaza de huelga de Marrakech donde los sultanes ejecutaban a los criminales y a los rebeldes y exponían su cabeza. Hoy en día, es el corazón de la medina donde se reúnen cada día compradores y curiosos.
Cena típica con espectáculo de caballos árabes. Alojamiento.