Desayuno. Nuestro circuito continua en dirección de Marsala, donde desembarcó Garibald en mayo de 1860. Marsala es una ciudad mediterránea y moderna, dividida entre cielo y tierra, caracterizada por muchos colores. Aquí hay testimonios de las pasadas dominaciones fenicias, árabes, normandas y un amplio patrimonio artístico con santuarios, grutas, hipogeo y caminos sumergidos, necrópolis y baños termales. Tendremos un paseo por las calles del centro donde se encuentran palacios nobiliarios, monumentos e imponentes iglesia de estilo barroco.
Seguiremos con una visita guiada a las Bodegas Florio, un viaje que comienza frente a las majestuosas cubas gigantes, construidas a fines del siglo XIX que se utilizan todavía para el envejecimiento del vino Marsala, y continúa dentro de las 3 fascinantes toneleras de 165 metros e intercaladas con hasta 104 arcos, debajo de los cuales se alinean 1.400 barriles y unas 600 tinas de diferentes capacidades donde en silencio y quietud, se guardan unos 5.500.000 litros de Marsala. Después de un recorrido por las salas de barricas donde se restauró el antiguo piso de toba, ingresaremos al salón de degustación para almorzar y degustar los vinos locales.
Continuaremos con un recorrido a lo largo de la Ruta de la Sal: usted podrá disfrutar de una de las más viejas salinas del mundo. Entre las costas de Trapani y Marsala, la laguna y las islas del “Stagnone” son una reserva natural de gran valor ambiental y sus aguas cálidas acogen muchas especies de peces, crustáceos y una rica vegetación acuática. Traslado hacia Agrigento y visita de la “Valle dei Templi”, donde entre los árboles de almendras se encuentran los restos de la antigua ciudad de Akragas, llamada por Pindaro “la ciudad más hermosa de los seres humanos”. Allí se podrán admirar el “Tempio di Giunone”, el “Tempio della Concordia” y el “Tempio di Ercole”. Cena y alojamiento en hotel.